martes, 26 de agosto de 2014

La jubilación, responsabilidad individual – parte 2

Medidas para mejorar las perspectivas económicas de la jubilación.



El fundamento de una buena perspectiva económica durante la jubilación está en la estabilidad y suficiencia del flujo de ingresos, con la particularidad que se obtengan sin requerir largas jornadas de trabajo estresante, monótono o demasiado demandante.

Como todo objetivo de amplio alcance y de grandes consecuencias, una buena planeación de la jubilación requiere de sacrificios, buenas decisiones y constancia durante largos periodos de tiempo.  En la medida que las decisiones se tomen con mayor prontitud, más profundo será su impacto positivo.

Como regla general, el individuo necesita preocuparse de tres aspectos: (1) cuánto ingreso busca asegurarse, (2) cuánto está preparado a contribuir de los recursos presentes para su plan de jubilación, (3) por cuánto tiempo va a trabajar.  Al final de cuentas, todo se resume a la combinación de decisiones de ahorro (¿cuánto ahorro?), de riesgos (¿en qué invierto?) y de permanencia en la fuerza laboral (¿hasta cuándo  y en qué trabajo?).

Un tema tan complejo como la jubilación, excede a los límites de una artículo. Sin embargo, esto no es impedimento para sugerir algunas medidas que mejoren la perspectiva de la jubilación:

Aprender los fundamentos de finanzas: conceptos tales como manejo de deuda, formación de patrimonio, principios de la inversión y lenguaje financiero básico,  no con el propósito de convertirse en un especialista sino con el afán de comprender con la finalidad de tomar decisiones informadas y evitar caer victimas de esquemas irreales o de organizaciones fraudulentas.   Conocer el lenguaje del dinero nos lleva a tomar mejores decisiones respecto al dinero.

Diversificar la inversión para jubilación: para invertir es necesario primero crear un excedente.  Posteriormente, se sugiere diversificar los destinos de inversión.  Es el equivalente financiero del refrán “no poner los huevos en una misma canasta” y se manifiesta en la decisión de balancear las inversiones más rentables pero más riesgosas con inversiones más estables y de menos riesgo, así optimizando la probabilidad de alcanzar la meta de inversión.  Algunos ejemplos de inversiones con perfiles de riesgos distintos serían:
  • Bajo riesgo: cotizar en un fondo de jubilación privada que consiste en replicar lo que por ley estamos obligados a hacer con el fondo de pensión de la CSS, con la diferencia que los fondos tiene como destino un administrador de inversiones privado.  Lo importante es elegir un administrador serio y que cumpla la ley.
  • Mediano riesgo: invertir  en activos que se conozcan y que brinden un refugio comprobado  al valor del dinero en el tiempo.  Por ejemplo: compra de terrenos y finca, inversiones en casas o locales comerciales, inversiones forestales, entre otras.  Estos tipos de activo ha probado tener un incremento de valor estable y seguro.
  • Alto riesgo: invertir en una empresa, ya sea que se controle o que solo se tenga participación accionaria, es una de las formas de obtener mejores retornos por la inversión.  Sin embargo, requiere conocimiento, supervisión y trabajo para que lo invertido prospere.  Por otra parte, la inversión tiene la posibilidad de perderse debido a los riesgos del mercado.


Prepararse para seguir laborando: cada vez es más común ver personas jubiladas o retiradas seguir laborando en sus profesiones y actividades comerciales.   Así como la expectativa de vida aumentó, también ha mejorado la condición de salud con la que se llega a la edad de jubilación.  Por lo que ante la perspectiva de seguir aptos para una actividad productiva en la jubilación, lo más recomendable es prepararse para que el trabajo nos guste y no genere el estrés ni la angustia de los trabajos cotidianos.  El requisito para seguir laborando es mantenerse actualizado. 

Las decisiones que se tomen en los años previos a la jubilación determinarán de donde provendrán los ingresos durante esa etapa de la vida.  El escenario más modesto es depender única y exclusivamente de la pensión reglamentaria de la CSS.  Por lo que si se desea contar con mayor margen de libertad es necesario que comencemos a pensar tempranamente cómo se generará el ingreso adicional.


Puede que optemos por la compra de un local o de una casa que sirva para alquilar, o que se invierta en una empresa que pueda operar sin nuestra presencia, o que se compre un terreno con el propósito de venderlo y generar un colchón de efectivo; lo importante es que se tomen medidas adicionales a la que el Estado en su rol de pater familia nos exige con las aportaciones a la CSS. 

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