jueves, 23 de julio de 2015

Del éxito al fracaso

Circunstancias que pueden disparar la dinámica del fracaso empresarial




Del éxito al fracaso


En el diario La Prensa del 22 de Junio de 2015 se publicó una noticia sobre los problemas de exceso de capacidad que el sector hotelero está afrontando actualmente. El artículo mencionaba que durante los últimos tres años el número de cuartos de hotel creció 209%, pero el número de turistas solo aumentó 48%, provocando una guerra de tarifas que ha llevado a 15 hoteles a una situación de cierre o embargo. 

Si bien la industria hotelera tiene la particularidad de tener altos costos de instalación y un alto porcentaje de gastos fijos que la hacen poco flexible, el exceso de capacidad de una industria es una de las principales causas de bancarrota de las empresas. Seguramente ningún administrador o dueño toma conscientemente la decisión de poner en grave riesgo su dinero y su reputación.  Pero hay ocasiones donde las circunstancias llevan a que una empresa exitosa tome decisiones desafortunadas.

Hace unos años David N. James, experimentado gerente de empresas en crisis, en un artículo llamado “The Trouble I´ve Seen” (HBR, marzo 2002) las describió certeramente: “Encantados con los resultados de la compañía, los accionistas presionan a la gerencia a crecer por medio de una mayor capacidad productiva o entrando a nuevos mercados o incluso haciendo adquisiciones. Al mismo tiempo, los bancos están ansiosos de prestar a lo que perciben como un crédito seguro.  Por otro lado, los competidores están usualmente pendientes de las mismas oportunidades.  Cuando todos se expanden,  dan a los clientes la oportunidad de jugar con los competidores.  Eso crea considerable presión sobre los márgenes y la participación de mercado, dejando a las compañías expuestas a que un bajón en la actividad económica les afecte.  Cuando esto ocurre, como inevitablemente pasa, la nueva fábrica o la adquisición se convierte en un elefante blanco mientras que la compañía lucha por cubrir los mayores costos operativos.  También lucha por cubrir los pagos de la mayor deuda y para mantener los dividendos a los accionistas.  Eventualmente, termina incumpliendo con los bancos lo que desencadena una crisis de financiamiento.  La otrora exitosa compañía, ahora afronta la inminencia de la bancarrota”.

El autor explica también que existen algunas circunstancias que pueden disparar la dinámica del fracaso empresarial.  La primera es la expectativa exagerada de los dueños.  En personas acostumbradas a ver crecimiento y mejores resultados, va a quedar la costumbre de demandar más a la organización.  Pierden de vista que todo tiene su límite.  También se puede dar el caso en el que una nueva generación de propietarios asume el mando con ambiciones e ideas inviables al negocio tradicional.  La segunda circunstancia se da cuando llega un beneficio inesperado, es decir que la organización recibe una gran cantidad de dinero repentinamente.  Esta inesperada disponibilidad de recursos enciende la ambición de nuevos horizontes llevando a decisiones desacertadas tomadas en el calor de la emoción.  Un ejemplo de esto, son los individuos que ganan la lotería y se convierten en millonarios; la historia indica que no pasa mucho tiempo cuando todo el dinero ha sido malgastado.   Y la tercera circunstancia que puede llevar a malas decisiones de expansión surge cuando existe disponibilidad de deuda a bajos intereses.  Esto ocurre más en empresas de manejo conservador con poca o nula deuda.  Siempre van a tener bancos rondando para ofrecerles grandes cantidades de dinero y más en momentos de bajo interés.  


El tema del fracaso empresarial es muy complejo e impredecible.  Por lo que si se está en la disyuntiva o en el proceso de emprender un nuevo proyecto personal o empresarial, es importante analizar si surge de las emociones que llevan a una mala decisión, tales como la ambición o el exceso de confianza, o si es producto de un análisis ponderado de la realidad existente.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario